W120 de Perfumérica nos narra historias al estilo mexicano.

Por: Carolina Rodríguez.

En un mundo donde los perfumes se han convertido en símbolos de status y estilo, una casa mexicana emerge con una propuesta que seduce por su autenticidad, sofisticación y alma profundamente nacional. Se trata de Perfumerica, una firma nacida en 2020 bajo el ala creativa de Frallier, que ha sabido redefinir los códigos de la alta perfumería desde una mirada fresca, emocional y con identidad propia.

Lejos de replicar fórmulas europeas, Perfumerica abraza sus raíces y las eleva con maestría. Sus fundadores, siendo apasionados por el arte de lo olfativo, partieron de una visión tan clara como poderosa: crear perfumes que hablen de México, de sus paisajes, de sus emociones y de sus memorias. Cada frasco es una pieza de autor, cuidadosamente compuesta para capturar momentos, sensaciones y fragmentos de vida.

La joya de esta narrativa sensorial es, sin duda, W120, una fragancia que se ha convertido en la insignia de la casa por su estructura olfativa sofisticada y su capacidad de despertar recuerdos con una sola gota. Desde su salida, nos envuelve con una sinfonía afrutada donde la grosella negra y la pera jugosa estallan con frescura y un dejo ácido que enciende los sentidos.

Su corazón floral es puro arte: iris polvoroso, jazmín en su punto más etéreo y una flor de azahar luminosa, componen una danza delicada que se posa sobre la piel como seda. La estela final, profunda y envolvente, combina el magnetismo del pachulí, la dulzura cremosa de la vainilla y el toque cálido del haba tonka, dejando un rastro íntimo, elegante y memorable.

W120 no es solo un perfume: es una cápsula emocional, una memoria líquida que acompaña silenciosamente a quien lo lleva, como una extensión invisible de su estilo y su historia. Pensado para quienes buscan más que un aroma: buscan una conexión, una firma personal que los defina.

En un mercado dominado por nombres internacionales, Perfumerica se impone con una propuesta genuina y profundamente mexicana, en la que el arte del perfume se convierte en un lenguaje íntimo y de lujo. Así, W120 no solo huele a sofisticación: huele a México con alma y modernidad.

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