Tardes y Noches de Unión: el mezcal volvió a ser el pretexto perfecto para celebrar la comunidad.

Por: Carolina Rodríguez.

El pasado sábado 7 de junio, el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México volvió a latir al ritmo del mezcal, la música y la conexión humana. Mezcal Unión trajo de vuelta una de sus experiencias más representativas: Tardes y Noches de Unión, un encuentro que, una vez más, honró su esencia original —crear comunidad— a través de los sentidos.

El escenario fue el emblemático Hotel Downtown, de Grupo Habita, donde desde el mediodía comenzaron a llegar invitados especiales: medios, creadores de contenido y aliados cercanos a la marca. La primera parte del evento ofreció un espacio íntimo y sensorial en el que el mezcal fue el gran protagonista. Bajo la guía del embajador y bartender Édsel Álvarez, los asistentes exploraron las tres variantes de Mezcal Unión en una cata dirigida, seguida por actividades creativas que pusieron en práctica la filosofía colaborativa que distingue a la marca.

Pasadas la una y media de la tarde, las puertas se abrieron al público general y el ambiente tomó un nuevo pulso: más vibrante, más abierto, más festivo. La música en vivo se apoderó del rooftop mientras las copas de mezcal fluían entre conversaciones, risas y nuevas conexiones.

El cartel musical combinó la energía de talentos emergentes y consolidados de distintas latitudes. Desde Agustina, originaria de Argentina, hasta Evnr con su propuesta desde Francia, pasando por Jimeno (Tulum) y Pedro Waiss (CDMX), cada acto fue un puente sonoro que unió culturas, emociones y estilos.

Más allá del line-up, de la mixología o del lugar, Tardes y Noches de Unión volvió a recordarnos por qué esta iniciativa se ha convertido en una de las favoritas del público: porque pone en el centro lo esencial. Compartir, crear y reconectar. Con otros, con nosotros mismos, y con una bebida que, más que destilado, es símbolo de identidad y resistencia colectiva.

Una vez más, Mezcal Unión demostró que cuando hay unión —auténtica y sin artificios—, todo puede suceder.

---